martes, 25 de septiembre de 2012

Sombras

No existe luz sin sombra, tal como no existe dicha sin dolor.


La sombra equivale a magia, a los sueños, al subconsciente, a la muerte, al más allá, al alma, al espíritu. Sus formas inestables y siempre cambiantes son una invitación al juego imaginativo y creativo, una constante estimulación de la fantasía.




La sombra, a caballo entre lo real y lo ficticio, entre el ser y el no ser, a medio camino entre lo mágico y lo religioso, suponen la imagen más palpable del mundo de lo abstracto, del mundo de las ideas, de aquello que trasciende lo que nuestros sentidos perciben. 


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